viernes, 10 de septiembre de 2010

--- HISTORIAS DE PAPAS (8)

Olla de papas cocidasImage via Wikipedia
HISTORIAS DE PAPAS (8)
Lleno ya el balde de agua en el molino, escuchó los tañidos de la campana de la cocina y corrió hacia el comedor llegando con las alpargatas mojadas por las salpicaduras. Justo en ese momento la cocinera traía a la mesa un estofado de carne y papas recién retirado del fuego y al ver la olla se desesperó.
Nunca en su vida de muy pobre recordaba haberse llenado en serio comiendo. Y al ir a sentarse en el lugar vacío que justo quedaba frente a la olla destapada, no aguantó más, manoteó una papa y se la metió en la boca. Todo ocurrió en un instante: manotear la papa hirviendo, morderla, escupirla desesperado por la quemadura, caer esta de nuevo en la olla y ser fulminado por la mirada de los demás comensales.
Esas miradas le hacían retroceder a sus temores iniciales, muy temprano a la mañana, cuando recién había llegado al campo. De golpe se sintió aún más niño y más solo que entonces, mientras un “abatatamiento” enorme y muy feo le subía desde lo más profundo y lo dejaba mudo y paralizado.
Quiso disparar hacia afuera y no pudo mover las piernas. Quiso llorar y tampoco pudo. La quemadura le hacía abrir la boca, pero no tenía palabras. Mientras tanto y por suerte, un criollo buenazo le alcanzaba un jarro de agua fresca.
Después de tomar unos tragos, el dolor inicial aflojó, le volvió el alma al cuerpo y la voz le brotó de nuevo, aunque todavía desvinculada de la razón. Porque como para romper el silencio que aún campeaba en el comedor, miró en derredor y señalando la olla, dijo sonriendo a sus compañeros de mesa:
- “Adivinen cuál es..!”
Continua...
---------- 0 ----------
Enhanced by Zemanta